
Carboxiterapia
Reduce la celulitis, combate la flacidez y recupera la firmeza de la piel con Carboxiterapia
Las infiltraciones de dióxido de carbono bajo la piel son eficaces para combatir la celulitis, la grasa localizada o la flacidez.
A través de una finísima aguja, se introduce dióxido de carbono (CO2) bajo la piel para activar la microcirculación sanguínea, aumentar la oxigenación de los tejidos, reducir la celulitis y favorecer su destrucción.
Como resultado, en sesiones que consiguen mejorar el aspecto de la piel, disminuir el volumen de la zona tratada, mejorar la flacidez, reducir la celulitis, mejorar estrías y aliviar la sensación de pesadez.
Microinyecciones o infiltraciones subcutáneas, según se quiera actuar a nivel de la piel o a nivel de la grasa subcutánea.
Este tratamiento se realiza con un equipo especializado que cuenta con unas agujas muy finas a través de las cuales se inocula en la piel el gas (medicinal, dióxido de carbono). Es muy importante controlar la dosis de dióxido de carbono, la velocidad del flujo del gas y el tiempo que dura la infiltración. Mediante la aplicación del dióxido de carbono (CO2), nuestro organismo segrega catecolaminas, serotonina e histamina, todas ellas neurotransmisores que permiten la relajación del tejido subcutáneo y una dilatación vascular, como consecuencia directa aumento del torrente sanguíneo, una mayor oxigenación de la zona tratada que reduce de la grasa acumulada, celulitis, marcas de estrías y cicatrices.
Salvo una ligera molestia en la zona de aplicación y un pequeño enrojecimiento que perdura unos minutos. Puede aparecer algún pequeño hematoma en el punto de punción que desaparecerá en pocos días.
Cada sesión suele durar unos 30 minutos y los resultados se comienzan a ver aproximadamente a partir de la sexta sesión, depende de la zona.
Tanto el número de sesiones necesarias para tratar la zona como los resultados obtenidos con la carboxiterapia dependen de las características de cada persona. En cualquier caso, recomendamos al menos, entre 10 y 20 sesiones (dos o tres veces por semana).
Los resultados empezarán a apreciarse y a ser visibles a partir de la quinta o sexta sesión.
Mejorarás la calidad de la piel, en su textura y apariencia.
La persona puede retomar sus actividades normales al final de cada sesión.
La carboxiterapia está contraindicada en aquellos que padezcan problemas hepáticos, respiratorios, cardíacos y renales.
Tampoco deben recurrir a ella los enfermos de cáncer y diabetes, quienes tengan algún tipo de infección en las zonas que vayan a tratarse, o mujeres embarazadas o período de lactancia.
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